Sombras de pérdidas, cambios radicales y resoluciones dramáticas asechan muy de cerca al Ataúd, el cuál se presenta como punto de finalización de relaciones, procesos o incluso de la vida.
La figura de un ataúd de madera, cerrado y aislado de cualquier persona es la imagen que nos servirá para reconocer a este arcano el cual corresponde a la octava carta Lenormand. Bajo un diseño fino y con detalles peculiares, el féretro se muestra intacto, vacío y silencioso.
Esta es una carta de tipo negativo que a primera instancia representa eventos no gratos, sin embargo, puede ser buen augurio según las cartas que la acompañen.
Significado de la Carta 8 Lenormand: El Ataúd
- Tendencia: Negativa
- Planeta: Plutón
- Carta Relacionada: 9 de Diamantes
Asociamos los ataúdes a la muerte y esa aseveración es bastante lógica, sin embargo, en el Tarot Lenormand la muerte no necesariamente indica la perdida de la vida. Es un simbolismo que podría señalar diferentes cosas.
Entender que el final es solo el punto de partida de nuevos comienzos es esencial para poder asimilar que esta carta generalmente anuncia la conclusión de ciclos y la llegada de situaciones adversas que requerirán una gran fortaleza mental y espiritual.
Cuando la intención de la tirada es conocer la personalidad del consultante y se muestra este arcano se puede intuir que esta persona se encuentra soportando una gran carga la cual la empuja hacia la tristeza y el hostigamiento.
Esta persona podría ser tanto el consultante como alguien de su círculo más cercano de familiares o amigos
Estar vivo no es igual a vivir. En este sentido el ataúd también puede aludir la falta de motivación, de ganas y de compromiso con algún proceso, trabajo o relación amorosa. Respecto al amor, esta carta indicaría la culminación de un noviazgo o matrimonio.
Las aguas del mar de la economía personal se podrían tornar turbias, pues esta carta advertiría de retrasos en pagos, negocios estancados o inversiones que no terminan de ver la luz. En este punto, el poder replantear planes y disponerse a comenzar de cero es crucial.
Manifiesta la posibilidad de que el panorama de la salud se vea carente de nitidez y abundante de ruido por el afloramiento de algunas enfermedades, pero sin omitir que estas podrían ser causadas por la angustia, preocupaciones y demás cargas del consultante.
Es menester armarse de vigor y hacer de la fe una coraza protectora para afrontar los cambios drásticos que se avecinan. Estos incluso podrían ser de índole laboral al marcar el término de un contrato.
En el ámbito familiar podría apuntar a la necesidad de un cambio de residencia que supondría un alejamiento de la familia y posiblemente la incomodidad de la misma.
A primeras impresiones, el ataúd carece de buenas nuevas en el plano espiritual del individuo, sin embargo, también es posible que lo que la carta marque sea la culminación de problemas, mentiras o maldiciones. Todo ello dependerá de las demás cartas reveladas en la tirada.